• ¿Te comparas constantemente con los demás?
  No importa cuánto logres, siempre parece que los demás están un paso adelante, más felices o más exitosos.
• ¿Te sientes seguro/a en algunos aspectos de tu vida, pero en otros la inseguridad te bloquea?
  En el trabajo, en las relaciones o en proyectos personales, te ves atrapado/a en el miedo de no ser suficiente.
• ¿Te exiges siempre más y necesitas que todo sea perfecto para sentirte bien contigo mismo/a?
  Nada de lo que haces parece ser suficiente, y siempre te dices que podrías hacerlo mejor.
• ¿Sientes que nunca es suficiente? ¿O que tú no eres suficiente?
  La sensación de no estar a la altura te acompaña en cada paso que das.
• ¿Te criticas constantemente por tus debilidades o errores?
  En lugar de perdonarte, te enfocas solo en tus fallos y te castigas por no ser perfecto/a.
• ¿Te avergüenzas de alguna parte de ti que prefieres ocultar a los demás?
  Ya sea una parte física, emocional o una faceta de tu personalidad, intentas mantenerla oculta porque temes el rechazo de los demás.
• ¿Crees que si fueras más guapo/a, más inteligente o más simpático/a serías feliz?
  Vives esperando que un cambio externo te traiga la felicidad, en lugar de buscarla dentro de ti.
• ¿Tienes sueños que no te atreves a perseguir porque sientes que no vas a ser capaz de alcanzarlos?
  Te sientes paralizado/a por el miedo al fracaso y ni siquiera te permites intentarlo.

¿Te autosaboteas con hábitos poco saludables o comportamientos que te hacen daño?
A veces, te encuentras atrapado/a en patrones de autodestrucción que refuerzan esa sensación de no merecer más.